¿No os ha pasado nunca que os han pedido una cosa y no habéis sabido decir que no? Se trata de una cuestión muy llamativa pero que no sorprende a nadie. Y es que saber decir "no" no es una tarea fácil.
Una de las habilidades más trabajadas en orientación es la de saber negarse cuando uno lo cree oportuno, haciendo al usuario preguntas del tipo: ¿qué significa para tí decir no?, ¿poner límites en una relación de pareja?, ¿en tu vida general quizá...?
- ¿POR QUÉ LA GENTE NO SABE DECIR NO?
El no saber decir que no puede responder a muchas causas. Depende del tipo de relación ya que el no saber decir que no, o lo que es lo mismo, decir que si, puede darse en diferentes tipos de relaciones: puede darse entre compañeros de trabajo, se puede dar entre amigos, entre trabajadores y el jefe, entre padres e hijos, etc.
En otras ocasiones no decimos que no para no quedar mal, a veces por miedo al rechazo, muchas veces los padres no dejan de comprar cosas a los niños (lo cual deriva en un problema educativo).
No decir que no cuando hay que decir que no puede provocar problemas interpersonales o problemas de insatisfacción
- ¿ES MÁS FÁCIL DE SOLUCIONAR CUANDO EXISTE CONFIANZA ENTRE ESAS PERSONAS?
Sí. Saber decir que sí al igual que saber decir que no forma parte de las habilidades sociales. Como cualquier otra habilidad, las habilidades sociales se pueden aprender a través de la socialización. El problema es que muchas personas no llegan a aprenderlas del todo o no llegan a saber ponerlas en práctica, lo cual puede provocarles insatisfacción, baja autoestima, problemas de relación con los demás, etc., además de provocarle problemas a uno mismo ya que cuando una persona tiene un déficit en las habilidades sociales sufre mucho (éstas muchas veces son muy extresantes).
Es por ello que debemos entrenarnos en saber decir que no, y no sólo eso, sino que como profesionales que ya somos y como orientadores debemos educar y enseñar a decir que no.
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