"Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo"

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sillas perceptivas



La técnica de las "Sillas Perceptivas" o "Posiciones Perceptivas" es una técnica para trabajar la empatía, pero no para que nosotros como orientadores seamos empáticos con el usuario sino para que el usuario sea empático con la situación que está viviendo. Puede ser trabajada en una única sesión. Se pueden hacer tantas posiciones como creamos oportuno. Se trata de una técnica muy potente para la resolución de conflictos, y es muy efectiva para tratar temas familiares. Puede ser trabajada desde los 5 años hasta la vejez, por lo que es una técnica muy eficaz.

La base de la técnica es la siguiente:
  • El espacio: el cambiarse de lugar ayuda a ponerse en el lugar del otro
  • La pregunta

Los pasos o dinámica a seguir es la siguiente:
  1. Postura desde sí mismo. Que uno hable desde sí mismo, que hable de su problema y de cómo ese problema le hace sentir. Para ello se le pueden hacer al usuario preguntas del tipo: ¿qué has hecho hasta ahora para solucionarlo?, ¿qué crees que puedes hacer? No vale que te diga que algo le hace sentir mal, sino ¿qué es para él sentirse mal?, ¿Qué está pasando? Sería conveniente y positivo que expresara alguna emoción.
  2. Postura desde la otra persona con la cual se tiene o se cree que se tiene el problema. Aquí es donde habitualmente más tiempo se está porque es la parte más complicada. En esta fase se pueden hacer preguntas tipo: ¿qué te gusta hacer? (desde el punto de vista del otro), ¿a qué cosas le das más importancia?, ¿qué significa para él esa situación?, ¿cómo lo ves tú?, ¿qué solución propondrías tu?
  3. Postura desde una persona ajena a la situación. ¿Alguien desde fuera qué ve?, ¿qué sensación y emoción le produce esta situación que está viendo desde fuera?, ¿qué propuesta le harías a la persona que cree que tiene el problema?, ¿y qué propuesta le harías a la persona con la que se tiene el problema?, ¿qué les dirías? ¿qué crees que les puede ayudar? Lo realmente bueno sería intentar que las propuestas vayan dirigidas a la persona con la que trabajamos porque es realmente ella quien puede hacer cambios. Si el observador fuera, por ejemplo, un niño de 5 años, la situación sería muy interesante ya que lo más probable sería que no entendiera nada de lo que está ocurriendo. Con la figura del niño como observador, se obtiene mucha información sobre la comunicación no verbal (el niño seguramente diría: “gritan, no sonríen, etc”).
  4. Postura de personas a las que se admire. Ésta sea quizá la postura más difícil ya que cuando hay valores por medio como pueden ser la amistad, el amor, el cariño o mismamente la simpatía, es más difícil ver de forma objetiva la situación problema. Se trataría de preguntarle si tiene una persona a la que admire, a la que para él su criterio sea importante (indicarle que puede ser alguien imaginario, o incluso un famoso, da igual).
La cuestión es que el sujeto lo vea desde diferentes puntos de vista y, sobretodo, que pueda ponerse en el lugar del otro, esto es: aprender a ver el conflicto de otra manera. De esta forma será él mismo con sus propios recursos el que pondrá una solución siendo nosotros meros ayudantes en su andadura hacia ese objetivo.

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