"Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo"

jueves, 15 de noviembre de 2012

La rueda de la vida I

Al hablar de competencias, debemos tener en cuenta los siguientes criterios:
  1. SABER            
  2. QUERER
  3. HACER
Pero, ¿qué significan estos tres conceptos? Saber es conocer con mayor exactitud; querer es la actitud proactiva por seguir aprendiendo y ponerlo en práctica; y hacer es llevarlo a la práctica, es la acción.
Esto hay que trabajarlo con los usuarios pero también nos lo tenemos que aplicar a nosotros mismos como orientadores. Nos encontraremos casos en los que el cliente sabe pero no quiere, o en casos en los que no sabe pero quiere, y de está forma se va a quedar cojo. Sea como sea y sea quien sea, hay que trabajar todas las competencias en unos niveles y en otros.

Personalmente, considero que me encuentro en una situación en la que sé mucho, en la que quiero, pero en la que no he hecho. Así que tendré que centrarme en trabajar la competencia de hacer.

Para consolidar esto de las competencias, haremos una reflexión sincera y honesta sobre nuestro nivel de competencias para saber en qué competencias estamos más fuertes y en cuáles nos tenemos que poner en práctica. Esta actividad es conocida por el nombre de: LA RUEDA DE LA VIDA.
La rueda de la vida es una representación gráfica de cómo valoras tu situación en las diferentes parcelas de tu vida. Está centrada en la pregunta para que la persona sea consciente de qué aspecto de su vida quiere trabajar, para que reflexione. Nosotros como orientadores:
  • Podemos entregar a la persona un folio con una rueda dibujada, o incluso una rueda pintada con tiza en el suelo.
  • La rueda se divide, a nivel teórico, en 8 quesitos (pero también puede ser en 6, en 4… según lo que queramos trabajar), y en cada uno se escriben las áreas más importantes de la vida de una persona: dinero, familia, pareja, amigos, ocio, crecimiento personal, entorno, profesión…
  • Le decimos a la persona que en la situación actual que está viviendo vaya puntuando de 0 a 10 su nivel de satisfacción en cada una de esas áreas.
  • A continuación le pedimos que una la puntuación, y le preguntamos:
-          ¿Qué es lo que ves?
-          ¿Qué te dice tu rueda?
-          ¿Qué es para ti la empatía?, ¿y la profesionalidad? (por ejemplo)
-          ¿A nivel emocional cómo te sientes en cada una de las diferentes áreas?
-          ¿Cuál es tu nivel de satisfacción en cada una de ellas?, ¿qué límites tienes?
-          ¿En cuál de estas áreas harías un cambio si sabes que dicho cambio afectaría al resto de las áreas? Lo que responda a esta pregunta me servirá de clave porque significará que, si trabaja esa área en concreto, mejorará. Es el llamado “punto palanca”.

Independientemente de si uso una plantilla u otra, tengo que preguntarle al cliente qué significan para él cada área. Con esto se logra una toma de conciencia de lo que está pasando e identificamos aquella área o aspecto que quiero trabajar.

Se trata de algo simbólico, flexible y visual que permite a la persona, a través de la pregunta, tomar conciencia de dónde está. Es como si le diéramos un mapa y una brújula para que de esta forma encuentre su posición respecto a un mapa. Es importante también destacar que no hay respuestas buenas ni malas, sólo se trata de que el cliente reflexione.

A través de las preguntas anteriormente formuladas, podremos ver en qué medida esas competencias influyen positivamente en el resto de competencias. Además, a través de las mismas, el usuario obtendrá varios objetivos (pero siempre pocos, uno o dos) (¿qué quieres conseguir?) con los que habrá que trabajar para poder mejorar (¿qué acciones concretas crees que tienes que hacer para lograr cada uno de los objetivos?, ¿cómo vas a hacer para evitar hacer lo que no quieres hacer?, ¿qué necesitas tú para conseguir esos objetivos?). Necesito que seleccione acciones concretas para que lo ponga en práctica, para que haga un PLAN DE ACCIÓN.
En dicho plan de acción deberá decir en qué áreas ha tenido dificultades, en cuáles no, y luego trabajar los momentos de revisión y de autoevaluación, y para ello podemos hacer una fotografía a la rueda de la vida establecida en esta primera sesión para así compararla con la siguiente que realice.



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