Como orientadores, ¿seremos siempre buenos profesionales?
Como Orientadores que somos, vamos a estar ante diferentes situaciones.
Estas situaciones pueden tratar temas con los que no empaticemos del todo, por
no decir nada. En este caso, ¿cómo deberíamos actuar?, ¿llevaríamos el caso
adelante?, ¿seríamos capaces de orientar a una persona con la que cuya forma de
actuar no empaticemos?
Soy consciente de que muchas personas contestarán que no a estas preguntas,
y quizá me incluya yo. Otras sí se verán capaces de afrontar esta situación. Pero…
si lo pensamos bien, ¿realmente ayudaríamos en el proceso de orientación a una
persona que haya abusado (y me da igual el tipo de abuso: sexual, verbal,
físico o psíquico) de otra persona?, ¿trabajaríamos con una familia que ha
acaba de sufrir la pérdida de un ser muy querido si por ejemplo alguno de
nosotros como orientadores hubiera también sufrido recientemente otra pérdida?,
¿sacaríamos fuerzas? No se trata de sacar fuerzas ni de armarse de valor. Un
orientador NO ES UN SUPERHÉROE. Ante todo, los orientadores somos personas y no
somos ningún Dios que tenga la solución a todos los problemas. Y el hecho de
que no podamos trabajar determinadas situaciones, no quiere decir que no seamos
buenos profesionales, en absoluto.
Está claro que ante cualquier dificultad no hay que decir “no”, ahora bien,
existen algunas situaciones que no podremos llevar a cabo debido a creencias, a
la experiencia o a cualquier otro motivo. Debemos ser conscientes de ello y
sobretodo, DEBEMOS SER HONESTOS CON NOSOTROS MISMOS.
Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca
de lo grande
No hay comentarios:
Publicar un comentario