"Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo"

miércoles, 16 de enero de 2013

El Refuerzo Positivo

El Refuerzo positivo es aquel en el que, si se aplica, la conducta tendrá consecuencias positivas. Puede emplearse para aprender una conducta, para realiza una que no gusta, que cuesta…

El objetivo en este caso es que la persona realice una conducta o aumente su frecuencia. Si por ejemplo tienes hijos, veras que es algo que empleas muy a menudo.
Ejemplo: Tu hijo pequeño de 4 años no quiere comerse lo que hay en el plato. Tiene verduras de primero y no le gustan, como suele pasar con muchos niños pequeños. Pero tú sabes que a tu hijo le encantan las natillas de postre…
¿Cuál sería una conducta inteligente a seguir para conseguir lo que quieres, que en este caso es que se coma la cena?
Una opción sería:
“Vale, vamos a negociarlo. Si tú te comes, al menos, la mitad del plato de verduras, de postre te dejo tomarte unas natillas en vez del plátano que te había preparado. ¿Qué te parece?”
De esta forma tu hijo sabe que si realiza la conducta (comerse las verduras) obtendrá lo que para él es un refuerzo positivo (natillas, que le encantan).

Otro ejemplo:
Tu hija adolescente no quiere ir a la comida familiar porque ha quedado con su novio y prefiere irse con él.
Tú: “Vale, hagamos lo siguiente. Es importante que vengas porque la abuela tiene muchas ganas de verte, van a ir todos tus primos y nos reunimos una vez a las mil. Sé que acabas de empezar con este chico y que te flotan mariposas en el estómago… Sé que es un sacrificio para t, anularlo pero si vienes te dejo que el sábado salgas hasta las 5h en vez de hasta las 2 como siempre. ¿Qué me dices?

Dos cosas importantes a tener en cuenta:

1- El refuerzo positivo ha de serlo para la persona que tiene que realizar la conducta (una conducta que le cuesta, que le desagrada…). Si por ejemplo a tu hijo le da igual comerse unas natillas que un plátano, o a tu hija adolescente no le gusta salir por las noches los fines de semana, el refuerzo no será útil en este caso porque no le va a servir como incentivo para realizar la conducta que tu quieres que realice.
El refuerzo positivo depende de cada individuo, lo que para uno es un aliciente, para el otro puede no serlo

2-El refuerzo positivo ha de ser contingente a la conducta y la contingencia ha de ser positiva. Traducción: Si se realiza la conducta deseada hay refuerzo, sin no se realiza no lo hay.
La persona ha de asociar dicha conducta con el premio (refuerzo positivo).
 
El refuerzo positivo es fundamental y lo usamos muy poco, sobre todo ocurre poco en las situaciones familiares. Si nos paramos a pensarlo, no nos cuesta tanto decirle a nuestros familiares y pareja cosas del tipo: "es que siempre tengo que defenderte", "es que mira que eres", "siempre estás igual", etc. Lo malo no nos cuesta tanto decirlo como las cosas positivas. Es por ello que considero que deberíamos trabajarlo más todos y cada uno de nosotros, ya que a todos nos gusta escuchar que digan cosas buenas de nosotros pero siempre y cuando sea verdad.

Por otra parte, solemos tender al castigo en vez de reforzar. Siempre desde pequeños hemos sufrido castigos del tipo no ver los dibujos, quedarnos sin recreo, etc., pero apenas recordamos, o yo personalmente no recuerdo, situaciones en las que mis amigos, mis profesores o mis padres me hayan reforzado por el hecho de ser un buen amigo, de sacar buenas notas y/o de tener un buen comportamiento respectivamente.

Pensemos en educar a través del refuerzo y apartémonos cada vez más del castigo

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